Las comparaciones no son odiosas. Al menos no en todos los casos. Aunque el dicho ya esté instalado, bregaremos por comparar cuando sea necesario y creemos que la capacidad ofensiva del Atlético de esta temporada es digna de ser cotejada con la de la temporada pasada. Las diferencias -lamentablemente negativas- hablan por sí solas y aunque no sea algo que pueda solucionar de aquí hasta el partido ante San Lorenzo del sábado, el análisis vale.
Para hacer la comparación más amigable, seremos equitativos. El torneo pasado tuvo 13 fechas para Atlético. La actual Liga lleva 13 fechas y la diferencia de goles anotados en uno y otro campeonato es notable y deja una fuerte conclusión: lo que supo ser la mayor virtud del equipo de Omar De Felippe, se transformó en su peor defecto.
En esos 13 partidos de la Copa de la Liga Profesional, el equipo anotó 24 goles. Prácticamente un promedio de dos goles por encuentro que aseguraba festejos a favor en cualquier partido. En los 13 que se llevan jugados de la actual Liga, Atlético convirtió sólo 12. O sea, la mitad de los que había hecho anteriormente en la misma cantidad de partidos y un promedio menor a un gol por encuentro. De hecho, el equipo no marcó en seis de esos 13 partidos.
Aquella vieja cifra de 24 le permitió ser el segundo equipo más goleador de todo el torneo (26 equipos). Estos 12 apenas lo ponen por encima de nueve de esos 26 equipos en cantidad de goles a favor. Resulta complicado entender cómo pasó, pero lo intentaremos.
Si el gol fuese un objeto cuya desaparición ha sido denunciada por Atlético, habría que hacer la siguiente y obvia pregunta: ¿cuando fue que lo vio por última vez? Técnicamente ante Boca, pero fue un gol que el “Xeneize” marcó en su propia valla. Así es como la última vez que el “Decano” vio el gol de forma “pura” fue ante Newell’s a fines de agosto. El último lo hizo Augusto Lotti, el goleador del equipo y uno de los máximos artilleros del torneo en la temporada anterior. ¿Su pequeño bajón (marcó siete goles y ahora lleva dos) explica el presente ofensivo de Atlético? No necesariamente. Lotti se perdió los primeros partidos de esta temporada por la covid-19 y curiosamente el equipo no lo sintió. Es más: en la investigación de la desaparición del gol es necesario saber cuándo se perdió. Cualquiera diría que sucedió entre el final de una temporada y el inicio la otra, pero la realidad es que aún sin Lotti, el equipo anotó la mitad de esos 12 goles en los tres primeros partidos.
A su vuelta Lotti incluso convirtió dos e incluso viniendo desde el banco. La titularidad en ataque estuvo reservada para Oscar Benítez, Ramiro Ruiz Rodríguez, Leonardo Heredia y Cristian Menéndez. “Pupa” se lesionó en su momento cuando venía contribuyendo (un gol y una asistencia) y fue el turno del “Polaco” que hasta ahora no tuvo influencia en el ataque. Fue Menéndez el que vino a reemplazar a Javier Toledo, vendido en el invierno. ¿Aquí hay una pista para hallar el gol? Quizás. El tan criticado Toledo llevó su pequeña, pero consistente dosis de goles a Paraguay.
Para colmo, Atlético le debe sus últimos dos triunfos a una aparición ofensiva que nadie tenía en cuenta: Franco Mussis, volante cetral que hizo dos goles clave.
Igual, la solución del caso es más conceptual que nominal. Sin importar apellidos o posiciones, Atlético necesita volver a generar situaciones, algo que le cuesta y mucho. Encontrar ese volumen ofensivo será encontrar al gol perdido.
Preparativos para volver
Pese a que AFA no envió los protocolos para el regreso de los hinchas, el club se prepara para recibirlos el sábado ante San Lorenzo (desde las 18). Eso sí: esperarán la confirmación oficial para determinar los días de venta.